Twitter. No apeles, ¿para qué? Mejor confiesa a la fuerza que eres culpable. Te denuncian un comentario y entonces te suspenden doce horas, salvo que no lo veas justo y apeles, entonces son días con suerte, aunque te den la razón. Menuda censura la de Twitter y la de sus enchufados. La censura de ayer pero en el siglo XXI.